CHOLISMO VS. CIENCIA

Es lógico ver a miles de aficionados enamorados de un ideario que defiende valores de esfuerzo sin límites, entrega sin límites, pasión sin límites... Tanto que hasta pueda convertirse en una especie de religión que trasciende del deporte.



Sin embargo, que muchos entrenadores la adopten me genera cierta sorpresa, por cuanto saben con absoluta certeza de su inviabilidad en el tiempo, de su choque en la línea de flotación con la ciencia del Entrenamiento.

Inicio así una reflexión que vengo planteando tiempo atrás, prácticamente desde que el "partido a partido" pasó de ser un buen eslogan, a que transfiriera hacia los entrenadores. Y escrito esto desde el máximo y profundo respeto a Simeone, cuyo juego de palabras con su apodo hago mención para argumentar este post, como a todos aquellos que a buen seguro tendrán argumentos adecuados para utilizar dicho término - e incluso seguro que lo utilizarán de forma mediática, desde el máximo conocimiento científico del entrenamiento-.

Y es que, si entendemos el Entrenamiento como una ciencia que pretende el logro del máximo rendimiento de un deportista, también en su estudio sabemos que no es posible que ese máximo rendimiento se mantenga en el tiempo sine die; puesto que, y siguiendo las enseñanzas de Isaac Newton:

"TODO LO QUE SUBE, BAJA"




Es por ello que un entrenador debe saber que la ciencia del deporte, la planificación deportiva y el Entrenamiento son herramientas contrastadas basadas en evidencias de la Biomedicina, que nos ayudan a elevar, mantener y controlar el descenso del rendimiento.

Y es que las curvas de rendimiento no son un invento interesado de preparados físicos que justifican su presencia para con los deportistas, sino de elementos irrefutables en cuanto a la aplicación científica del entrenamiento que ayudan al entrenador a hacer mejor su trabajo.

Muchos como tú habrán visto miles de curvas como las que indica este gráfico, inclusive leído, estudiado y valorado ciclos de entrenamiento. Si es así, entenderás el por qué de los incrementos y descensos de rendimiento. Las leyes y los principios del entrenamiento así lo certifican.





Y a los que no hayáis tenido la fortuna de entender, ver o analizar ningún ciclo de trabajo, valga este sencilla curva roja para entender cómo funciona el cuerpo cuando es entrenado. Un proceso simple: se cansa, recupera y mejora su nivel. Si entrena de nuevo en el punto tres seguirá mejorando cada vez, pero siempre, siempre las curvas suben y bajan; ya que en el caso contrario serían simples rectas.



Como entrenador, atrévete a utilizar discursos que lleguen y conecten con aficionados, prensa o incluso jugadores - como de forma tan brillante ha realizado con el "partido a partido" Diego Pablo Simeone; pero no confundas este mensaje con exigir a tus jugadores un máximo rendimiento sin fin.
 Acepta el descenso de la curva como una condición necesaria para seguir creciendo, como una respuesta fisiológica del organismo ante el esfuerzo, y no como una afrenta a tu filosofía o ideario. 


Cree en lo que quieras, pero acepta y apóyate en la Ciencia como un soporte básico en tu camino profesional.


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@MiguelMartinL


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